Cuando más se necesitan, las piletas de natación en Francia se quedan sin agua

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La ola de calor en Francia y las temperaturas que superan los 40 grados han creado un raro fenómeno. Un boom de construcción de piscinas privadas en todo el país. Una

“democratización” que incluye a toda la escalera social del país. Con una contradicción: las capas freáticas están tan bajas que las autoridades prohíben llenar las piletas ante las restricciones de agua en mucha regiones.

Así, han quedado de sofisticado adorno en el jardín, si no las llenaron antes del verano .

Muchas de las piletas de natación municipales, que existen en cada barrio de París y en el interior del país, también están mayoritariamente cerradas porque los costos de la energía pos guerra en Ucrania le impiden a las autoridades municipales afrontar los gastos para mantenerlas .

Boom de piscinas privadas


Francia tiene aproximadamente 3,2 millones de piscinas privadas, incluyendo 1,55 millones de piscinas enterradas y 1,64 millones de piscinas sobre el suelo, según las últimas cifras de la Federación de Profesionales de la Piscina (FPP), publicadas en abril de 2022, que reafirmaron la posición de Francia como líder europeo en la construcción de piscinas.

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Muchas piscinas municipales en Francia ahora están cerradas por los alto costos de mantenimiento. Foto: EFE
Muchas piscinas municipales en Francia ahora están cerradas por los alto costos de mantenimiento. Foto: EFE

Esto quiere decir que Francia tiene una piscina privada para pocas personas. Todas las regiones se ven afectadas por el aumento del número de piletas de natación: 135.000 en Hauts-de-France cuando había menos de 30.000 en 2005.Una consecuencia del cambio climático y del encierro del COVID.

“En 2021, el sector aumentó en 244.000 piscinas y la facturación de los especialistas en piscinas aumentó un 32% en un año, gracias al efecto 'booster' de Covid-19 y al clima favorable", indicó a la AFP Joëlle Pulinx Challet, delegado general de la FPP, que agrupa a más de 1.400 empresas francesas especializadas en piscinas y spas..

En 30 años, el tamaño de las piscinas ha pasado de más de 70m3 a 43. El precio medio actualmente es de 24.000 euros, según el nivel de equipamiento y las regiones.

Algunos dueños , especialmente en los alrededores de Paris, las alquilan por hora. A través de la aplicación Swimmy, pueden disfrutar de al menos 3 horas de piscina a 20 euros la hora  a menos 20 minutos de la capital francesa. No puede haber mas que seis personas por turno.

“Con este calor y la falta de aire acondicionado en París, esta es la solución más eficaz para mí. Tardo menos que llegar a Normandía, que son dos horas y medio de auto y un mundo en la ruta. Hay algunas formidables”, cuenta Jeane, una empresaria norteamericana, destinada en un banco de inversión en la capital francesa.

Las autoridades tributarias están aprovechando el boom: con drones buscan piletas de natación no declaradas para cobrarles impuestos. Un vecino consiguió ganar una batalla: su pileta era inflable y se negaba a pagarlo porque era temporal. Finalmente se impuso y el fisco cedió.

Con la ola de calor en Francia, la gente alquila piletas por unas horas. Foto: AP
Con la ola de calor en Francia, la gente alquila piletas por unas horas. Foto: AP

¿Deberían prohibir las piscinas privadas? El diputado verde Julien Bayou tiene su propia idea al respecto. “No digo que no”, deslizó en BFMTV. Ante el aumento de la polémica en las redes sociales, el secretario nacional de Europa-Ecologie-les-Verts (EELV) aclaró entonces sus pensamientos, en Twitter: "Por falta de anticipación, ya hay restricciones en el uso del agua, para lavar coches y, a veces para llenar, piscinas”.

“Los ambientalistas no queremos prohibir las piscinas privadas. Solo les informamos que hoy, debido a la inacción climática, el acceso al agua potable está amenazado y debemos limitar su uso”, dijo la senadora ecologista Mélanie Vogel en Twitter.

Ascenso en la escalera social

La piscina ascendió en la escalera social. La proporción de trabajadores y empleados con una piscina enterrada en su jardín ha crecido un 10 % en cuatro años.

La proporción de trabajadores y empleados con una piscina enterrada en su jardín ha crecido un 10 % en cuatro años. Foto ilustrativa/ Reuters
La proporción de trabajadores y empleados con una piscina enterrada en su jardín ha crecido un 10 % en cuatro años. Foto ilustrativa/ Reuters

“El mercado de las piscinas privadas se ha "democratizado" en los últimos años”, indicó en abril el presidente de la FPP, Stéphane Figueroa. Según la encuesta realizada por la firma Decryptis en febrero y marzo de 2022 , con una muestra de 18,000 hogares que viven en una casa unifamiliar, la proporción de trabajadores, agricultores y empleados con piscina enterrada pasó del 14,1% en 2017 al 24,7% en 2021.

El de empresarios y ejecutivos se ha mantenido, "establecido" en los últimos años, en un 41,6% en 2021, según el estudio de Decryptis. En cambio, los jubilados eran el 33,7% en 2021 frente al 40,1% en 2017.

Falta de agua

Pero en un momento en el que Francia se enfrenta a una sequía histórica, está aumentando el número de piscinas privadas y plantea interrogantes.

Para Arnaud Gauthier, profesor-investigador en el campo del agua en la Universidad de Lille, "construir piscinas es una tontería". Algunos municipios "incluso están considerando activamente modificar los planos urbanos locales para limitar su construcción", señala.

En los departamentos de Gard y Bouches du Rhone hay restricciones para llenar las piscinas a causa de la falta de agua. Es cada vez más difícil conseguir permisos que autoricen construirlas.

“Las piscinas privadas representan solo el 0,12% del consumo total anual de agua en Francia”, responde Joëlle Pulinx-Chalett. “El consumo de agua de una piscina supone una media de 15m3 al año, o tanto como para producir 1kg de carne de vacuna”, defiende el delegado general de la FPP, que añade: “En 25 años se ha reducido incluso en un 45 %".

Cierran las piletas municipales


Autrans, en la región de Isére, tiene una pileta Aqualoisirs, que es la alegría de los que no se van de vacaciones. Hoy hay un silencio de cementerio y el agua está verde. Ni risas ni juegos. El cierre de la pileta en pleno verano le permite economizar 60.000 euros a la comuna, que tiene un millón de euros de déficit.

La decisión enfureció a la población. “Cerrar una pileta municipal es como cerrar una escuela. En esta época del año es un servicio público, que permite a todos evadirse”,dijo Regis, que vio a su hija aprender a nadar allí.

En este año de crisis, muchos franceses no pudieron partir de vacaciones y la piscina era su alternativa a la playa. Foto ilustrativa/ AP
En este año de crisis, muchos franceses no pudieron partir de vacaciones y la piscina era su alternativa a la playa. Foto ilustrativa/ AP

En este año de crisis, muchos franceses no pudieron partir de vacaciones y la piscina era su alternativa a la playa.

La prensa regional francesa destaca que hay piletas cerradas definitivamente, temporariamente o solo en el verano por la crisis energética o por falta de guardavidas.

“El 20 por ciento de las piscinas municipales serán cerradas en los próximos diez años”, alerta Alex Lamotte, de la Federación Francesa de Guardavidas.

No pueden pagar la energía


La guerra en Ucrania hizo explotar la factura de energía de las piletas municipales. Pero hay otro problema: los equipos son vetustos en la mayoría de las 4000 piscinas municipales del país. Tienen más de 45 años y signos de fatiga y alto consumo.

Ese envejecimiento las hace costosas. Se llevan un cuarto de los recursos comunales anuales.

“Es cada vez más complicado mantenerlas a flote. Pero son esenciales para aprender a nadar y para vincular a la población, con tarifas que deben ser atractivas” explicó Catherine Leónidas, vicepresidente de la Asociación Nacional de Elegidos a cargo del Deporte.

El único camino es construir una nueva ola de piletas de natación más ecológicas y performantes, reagrupadas en comunidades.

Pero el otro problema es la falta de guardavidas, cuya función está reglamentada en Francia y es la razón por la que muchas piletas han cerrado. Ahora han autorizado a los titulares de un carnet de seguridad y salvataje poder vigilarlas. Pero no pueden enseñar a nadar.

París, corresponsal

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