Como si no hubiera sido suficiente ir a votar en pleno verano, en el mes de julio más caluroso de la historia, los españoles vieron peligrar sus Navidades ante la posibilidad de
Sin embargo este miércoles, un día después de que el rey Felipe VI ungiera a Alberto Núñez Feijóo, el candidato del Partido Popular, para que intente formar gobierno, la presidenta del Congreso, Francina Armengol, anunció que el debate de investidura de Núñez Feijóo se celebrará durante los días 26 y 27 de septiembre.
No se trata de una fecha caprichosa que se le antojó a la presidenta del Congreso sino un cálculo preciso para que si España no logra tener un nuevo gobierno antes del 27 de noviembre, la repetición electoral deje a salvo los días de Navidad, Año Nuevo y Reyes.
La ley electoral señala que, si ningún candidato propuesto por el jefe del Estado -el rey Felipe- consigue los apoyos necesarios para ser elegido presidente del gobierno durante los dos meses posteriores al primer debate de investidura, el Parlamento que acaba de formarse se disuelve y los españoles estarán llamados a votar de nuevo el 14 de enero de 2024.
Al PP le faltan cuatro
La especulación en torno de las dudosas posibilidades de que España eche a rodar un nuevo gobierno no son infundadas: ni el Partido Popular, que con el 33,1 por ciento fue el más votado en las elecciones generales del 23 de julio, ni el PSOE, segundo en votos con el 31,7 por ciento y con posibilidades de sumar adhesiones de otras fuerzas de izquierda, logran arañar la cantidad de diputados indispensables para lograr una investidura.
Porque ninguno reúne los 176 escaños, la mitad más uno de los 350 parlamentarios que integran el Congreso de los Diputados.
Sin embargo tanto Núñez Feijóo como el actual presidente en funciones y candidato del PSOE, Pedro Sánchez, pretenden intentarlo.
Primero lo hará Núñez Feijóo, según la voluntad del rey Felipe, cuyo entorno se encargó en aclarar que el jefe del Estado suele seguir la tradición según la cual el candidato del partido más votado es a quien se le concede la primera posibilidad de formar gobierno.
El resultado electoral de julio le permite al Partido Popular sentar 137 diputados propios en el Congreso. Núñez Feijóo consiguió que Vox lo apoye, lo que le sumaría 33 escaños más. A los que se agregan otros dos diputados: uno de Coalición Canaria y otro de Unión del Pueblo Navarro.
En total reúne 172 apoyos, cuatro menos de los que necesitaría para alcanzar la mayoría absoluta.
Con todos, menos con Bildu
A partir del lunes 28 Núñez Feijóo comenzará a contactar a los diferentes grupos parlamentarios para conseguir las adhesiones que le faltan.
Se reunirá con todos menos con EH Bildu, el partido entre cuyos dirigentes hay ex miembros de ETA y que, aunque es una formación política constitucionalmente reconocida, para el Partido Popular es una línea roja.
“No tengo garantizado lograr un gobierno a corto plazo pero sí voy a defender que, ante el bloqueo y el desgobierno, haya una alternativa de gobierno que defienda la igualdad de todos los españoles y su dignidad”, dijo Núñez Feijóo luego de reunirse con el rey en la rueda de contactos que Felipe VI realizó entre lunes y martes con todos los partidos que tienen representación parlamentaria.
Los independentistas catalanes y vascos no asistieron a la convocatoria del monarca.
“Lamento que haya partidos que no hayan concurrido a la ronda de consultas con el jefe de Estado. Dejan en claro que lo que les interesa España y su gobernabilidad es muy poco y que no respetan nuestras instituciones democráticas. Mal nos irá si tenemos un gobierno que se sustenta en ello”, subrayó Núñez Feijóo apuntando a Pedro Sánchez, quien tendrá que pactar con los nacionalistas vascos y catalanes si aspira a conservar su sillón en el Palacio de la Moncloa.
“Sería una investidura fallida”, dijo Pedro Sánchez sobre el intento del Partido Popular.
Dos intentos
El 26 de septiembre, cuando Alberto Núñez Feijóo se presente a su debate de investidura, habrán pasado 35 días desde que el rey lo propuso como candidato.
El 27 será la primera votación en la que necesitará la mayoría absoluta, es decir, 176 votos.
Si no logra los cuatro que le faltan, tendrá una segunda oportunidad 48 horas después, el 29 de septiembre. Esa vez, sólo necesitaría cosechar más “sí” que “no”.
Si tampoco lo consigue, Pedro Sánchez tendría dos meses para lograr su investidura.
“He trasladado a su majestad el rey mi disposición a asumir la responsabilidad y trabajar por articular la mayoría parlamentaria para formar un gobierno de progreso”, dijo Sánchez luego de su encuentro con Felipe VI.
“Ofrecemos la estabilidad política, social y económica que necesita y demanda nuestro país”, agregó.
¿Qué pide el independentismo a cambio?
Pero las cuentas tampoco le cierran a Sánchez. Obtuvo 121 escaños a los que agrega los 31 de Sumar, la formación política de su ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que debutó en las generales de julio y cosechó el 12,3 por ciento de los votos.
Sánchez aspira a reeditar el apoyo de los independentistas vascos y catalanes que consiguió en las elecciones de 2019.
Pero si por entonces le bastó con la adhesión de los soberanistas catalanes más moderados -Esquerra Republicana de Catalunya-, esta vez también le va a hacer falta que la formación del ex presidente catalán Carles Puigdemont -autoexiliado fuera de España porque si regresa irá preso por la declaración unilateral de independencia de Cataluña de 2017- le dé el sí.
El independentismo catalán le pide a Sánchez acordar un referéndum de autodeterminación a cambio de sus votos para que logre su reelección. Y los más radicales piden hasta una ley de amnistía.
“El diálogo es el método y la Constitución es el marco”, repite Pedro Sánchez cada vez que le preguntan cómo negociará con los independentistas.
Madrid. Corresponsal
PB
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