"Lotocki termina reconociendo en el juicio que lo que le puso es PMMA, pero ni siquiera el que alguna vez se comercializó para uso en humanos, sino polímero industrial para hacer
tableros de autos, plásticos, juguetes, que él mezclaba con una sustancia que lo tornaba líquido y eso era lo que le inyectaba por lo menos en lo que reconoció, de Pamela Sosa, 800 cm3 en su parte posterior", indicó.