Dos adolescentes de 17 años comenzarán a ser juzgados este lunes en el marco de la causa del crimen del empresario Andrés Blaquier, asesinado de un tiro en el pecho el
29 de octubre del año pasado cuando intentaban robarle la mota mientras circulaba por la autopista Panamericana a la altura del partido bonaerense de Pilar.
Los menores están imputados por el delito de "robo agravado por el uso de arma de fuego y por resultar en lesiones graves, en concurso real con homicidio triplemente agravado por ser 'criminis causa', por alevosía y por haberse cometido con arma de fuego" en perjuicio del asesinado Blaquier (62), y su pareja Magdalena De Elordy, quien sufrió la fractura de la rótula de su rodilla izquierda durante el hecho.
El debate comenzará a las 10 y se llevará a cabo en el Juzgado de Responsabilidad Penal Juvenil 1 del Departamento Judicial de San Isidro. Los magistrados a cargo del proceso serán Alejandro Flori, Silvia Chomiez, Patricia Klentak, mientras que la fiscal Paula Romeo representará al Ministerio Público. Además, los voceros aclararon que será un juicio reservado para las partes debido a que los imputados son dos menores de edad.
Asimismo, a raíz de las edades de los acusados, adelantaron que en esta primera instancia solo se decidirá si los acusados son inocentes o culpables, por lo que no se impondrán posibles penas. En caso de que se compruebe la culpabilidad de los imputados, se realizará un juicio de cesura para determinar la condena correspondiente.
El asesinato de Andrés Blaquier
Según fuentes judiciales, el crimen de Blaquier se produjo el 29 de octubre de 2022 a las 18:54, cuando el empresario circulaba en una moto BMW 1200 de color negro por el carril lento del kilómetro 50 de la Panamericana, en la zona de Pilar, junto a su esposa, Magdalena De Elordy, en sentido a provincia.
Mientras se encontraba conduciendo, el empresario fue abordado por dos delincuentes que iban a bordo de una moto Kawasaki Z400. Los asaltantes le cortaron el paso al hombre y luego le dispararon en el pecho con una pistola calibre 9 milímetros, "con la intención y voluntad de causarle la muerte para facilitar y consumar el desapoderamiento de su motovehículo".
Según testigos, los delincuentes se dieron a la fuga hacia la localidad bonaerense de Garín.
Como consecuencia del disparo, cayeron de la moto Blaquier y De Elordy. Por su parte, el sujeto que disparó el arma de fuego se subió a la moto del empresario y se dio a la fuga a bordo de ella. Sin embargo, a 10 kilómetros del lugar de los hechos sufrió un accidente: perdió el control y cayó sobre el asfalto, ante lo que dejó la moto de la víctima abandonada junto al guardarraíl y se dio a la fuga en el rodado que habían usado en el ataque.
En tanto, la víctima fue asistida por una ambulancia, pero llegó sin vida al hospital luego de sufrir un "shock hipovolémico" a causa del balazo que recibió en la parte izquierda de su tórax. Según indicó la autopsia, el disparo le provocó una hemorragia masiva al presentar perforaciones en las pleuras y sus ventrículos izquierdo y derecho del corazón.
Tras una serie de tareas investigativas que situaban a los dos adolescentes acusados en la zona del hecho, el 8 de noviembre del año pasado se ordenaron varios allanamientos en viviendas de la localidad bonaerense de Garín donde fueron detenidos. En los procedimientos se encontraron el arma homicida, vestimentas, el casco utilizado en el momento del asesinato de Blaquier y la moto Kawasaki Z400 que les facilitó la fuga.
Antes de las detenciones de los dos adolescentes, se había acusado del hecho a una joven de 18 años y su novio de la misma edad, apodado "Lucianito". Sin embargo, el fiscal original del caso, Gonzalo Agüero, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 4 de Pilar, comenzó a dudar de la participación de la pareja ya que ninguno de ellos tenía las lesiones que debería presentar el verdadero autor del crimen tras la caída de la moto robada.
Las "pruebas contundentes" contra los acusados
La familia del empresario y exdirector de Negocio Agropecuario de Ingenio Ledesma será representada en calidad de particular damnificado por el abogado Ramiro Salaber, quien manifestó que "existen pruebas contundentes" para que los acusados sean considerados culpables por el hecho.
"El que disparó a Blaquier se cayó cuando se fugaba en la moto robada y se dio un flor de golpe. Después los investigadores encontraron que se había ido a atender a un hospital. Además, en algunas imágenes, no llevaba casco y se lo puede identificar bastante bien", aseguró Salaber en diálogo con Télam.
En ese sentido, uno de los imputados se presentó 40 minutos después del hecho en el hospital Dupuy de Garín con lesiones en el rostro y escoriaciones en ambas rodillas y en sus manos. Según los investigadores, se tratan de "marcas compatibles" con un accidente de moto.
Otra de las pruebas fundamentales en el debate será el análisis de un estudio antroposcopométrico realizado por la Policía Científica de la Ciudad, el cual comparó la fisonomía de los acusados con los registros de las cámaras de seguridad y consideró correspondencias físicas entre las filmaciones y uno de los supuestos asesinos.
Sumado a esto, se incluirán testimonios de los testigos presenciales del crimen, el análisis de la motocicleta Kawasaki en la que supuestamente viajaban los delincuentes y la extracción forense de los datos de los teléfonos incautados en la investigación.
Quién era Andrés Blaquier
El empresario Andrés Blaquier pertenecía a una de las familias más tradicionales de la aristocracia argentina, además de las más acaudaladas, con la mayoría de sus negocios vinculados con la producción agraria y ganadera. En ese sentido, fueron catalogados en 2020 por la revista Forbes como una de las familias más ricas del país, ubicada en el puesto 24 del ranking con un patrimonio estimado en 490 millones de dólares.
La principal actividad familiar radica en la producción del Ingenio Ledesma, en Jujuy, donde los primos del empresario asesinado son parte del directorio y accionistas, y se dedican a la cosecha de caña de azúcar desde hace un siglo. Andrés dirigía la rama de Negocio Agropecuario del grupo Ledesma, que sucedió a La Biznaga, un nombre empresario que ocupó un rol importante en la producción agraria bonaerense durante décadas.
Andrés Blaquier (64) pertenecía a una de las familias más acaudaladas del país.
"Tres campos en la provincia de Buenos Aires y uno en Entre Ríos, controla 52 mil hectáreas y siembra 35 mil hectáreas propias de cultivos, el resto es ganadería", contaba el mismo Blaquier sobre la actividad de su empresa durante una entrevista a AgroEmpresario, en 2016. Asimismo, señaló en su momento que había adquirido la última de sus estancias en el año 2000 en Pehuajó y que se preocupaba para que "toda la producción agrícola nuestra sea sustentable".
Considerado un experto en todo lo que tuviera que ver con producción agropecuaria, sus amigos y allegados señalaron su condición de excelente anfitrión en los asados y fiestas que solía organizar en sus emprendimientos. Blaquier vivía con su familia en un barrio cerrado de la localidad bonaerense de Presidente Derqui, justamente el lugar desde el que había salido junto a su esposa en la moto, siendo asesinado poco después.
Ezequiel, el menor que habría disparado al empresario
El joven identificado comoEzequiel L.P es apuntado como quien efectuó los disparos que acabaron con la vida del ingeniero agrónomo. El adolescente fue capturado por los efectivos policiales en una vivienda de Villa Hidalgo, barrio que pertenece al partido bonaerense de San Martín, luego de un trabajo coordinado con cámaras de seguridad del municipio de Escobar.
De acuerdo con la investigación, L.P gatilló su arma y asesinó a Blaquier para robarle la moto de alta gama marca BMW. Según trascendió, al momento de ser arrestado, el menor aún conservaba heridas en su rostro que se le habrían ocasionado luego de caerse del rodado que perteneció al magnate.
En el rostro de Ezequiel se podían ver las heridas presuntamente ocasionadas por caerse de la moto de Blaquier.
El detenido y sindicado como autor material del homicidio es oriundo de Moreno. A principios del año pasado habría matado a otra persona, por lo que aparentemente se refugió en el partido de Malvinas Argentinas, desde donde operaba robando en Escobar. Además, contaba con otro lugar en el que solía refugiarse en Tigre, donde robaron una Kawasaki de color verde, muy similar a la que se desplazaban los asesinos de Blaquier.
Se presume que, además, habría cometido al menos siete hechos de robo en San Miguel. En uno de ellos aparece la misma Kawasaki verde tres días antes del crimen del empresario. Ezequiel también estaría involucrado en otro hecho delictivo en Vicente López.
Después del robo y posterior asesinato del multimillonario, que vivía en el country Martindale de Pilar, el adolescente volvió a refugiarse en Moreno, para luego trasladarse a San Martín, donde lo capturaron.
El hijo de Andrés Blaquier convocó a una marcha frente a los tribunales
A través de una carta difundida por redes sociales, Pedro Blaquier, hijo de la víctima, convocó a una marcha para la mañana de este lunes en la puerta de los tribunales donde se llevará a cabo el juicio. La movilización será a las 9:30 y tendrá como objetivo "pedir justicia por papá, pero también pedir por la seguridad y el derecho a vivir tranquilos para todos los que seguimos acá hoy". Además, el hombre instó a los participantes a llevar una bandera de Argentina.
"A casi un año de la muerte de papá quería agradecerles por acompañarnos este último año que fue tan complicado para nosotros y decirles que no hubiésemos llegado hasta acá sin la ayuda, compañía y la fuerza que nos dio cada uno de ustedes", expuso Pedro en el inicio del escrito.
Carta de Pedro Blaquier.
Sumado a esto, Pedro consideró que el juicio será una "oportunidad para sentar un precedente para que los asesinos tengan miedo". "Una nueva oportunidad de hacernos escuchar, de enseñarles que quien las hace las tiene que pagar y de mostrarles que no solo se enfrentan a la Justicia sino también a una sociedad cansada de vivir con miedo", subrayó.
En cuanto a los dos adolescentes acusados por el hecho, indicó que "son dos asesinos menos en la calle". "Cada minuto, mes y año que pasen encerrados tiene un impacto incalculable que es la vida misma de cada uno, porque lamentablemente le puede tocar a cualquiera. Este juicio es una oportunidad para sentar un precedente para que los asesinos tengan miedo", manifestó.
