“La amnistía implica aceptar que la legalidad, desde la Constitución del ’78 hasta ahora, era injusta, era ilegítima y que, por lo tanto, esos delitos deben estar anulados y perdonados -sostiene
el catedrático-. Desde esa lógica, ETA podría decir: ‘Luchábamos contra un Estado opresor’. Y al concederle la amnistía a los independentistas catalanes de 2017, podrían decir: ‘Durante estos años no hubo democracia sino una prolongación, con otros ropajes, de la dictadura’.”