En cuanto a su rol en los negocios familiares, los jueces entendieron que Florencia Kirchner “se encontraba sumamente restringido y, por lo tanto, no contaba con un real poder de decisión
sobre su actuación y desenvolvimiento en la empresa familiar pues su rol habría sido definido, siempre a modo de hipótesis, por otras personas que, además, mantenían con ella una relación asimétrica, puesto que se trataba, en parte, de sus progenitores y de su hermano mayor, lo que de por sí los colocaba en una situación de autoridad”.