La pequeña guerra librada en un puñado de horas por Azerbaiyán en el Caucaso Sur, que se saldó con la toma total del disputado territorio de Nagorno Karabaj, es un episodio
enorme en el tablero geopolítico de la región. Ese enclave, llamado históricamente Artsaj por Armenia, ha sido eje de disputas centenarias entre ambos pueblos desde que la dictadura de Josef Stalin, cuando los dos países formaban parte de la Unión Soviética, decidió entregarlo a la nación azerí.