Los ultramontanos, fuertes sobre todo en la Iglesia norteamericana, que se prepara con su líder, el arzobispo de Nueva York, Timothy Dolan (presente en el Sínodo) a dar batalla para elegir
al nuevo Papa en el próximo Cónclave, defenderán las posiciones tradicionales en los temas sexuales más urticantes. Como el aborto, cuestión explosiva en EEUU, la enseñanza de que todo acto sexual fuera del matrimonio –en particular los actos homosexuales- constituyen un pecado objetivamente contra la ley de Dios.