A la vez, este brutal ataque ocurre “en un momento de cisma político en Israel”, con una fuerte presión contra el gobierno de Benjamin Netanyahu por sus planes de
title="reforma de la Justicia" alt="reforma de la Justicia">reforma de la Justicia, que han desatado inmensas protestas pues amenaza, según sus detractores, la independencia de los jueces. Todo este trasfondo político, sin embargo, ahora parece muy menor, a la luz de los muertos que se cuentan por centenares y del escenario incierto frente a lo que vendrá.