No solo en el Gran Resistencia, sino que existen localidades del interior cooptadas por el narco con incidencia directa en la economía barrial de cada lugar
donde desarrollan actividades, el flagelo se integró a la comunidad y elevó el consumo, también experimentó el arribo de personas de las grandes ciudades que se instalaron en la capital y localidades del interior cambiando las costumbres de la sociedad. El Chaco hace mucho tiempo dejó de ser lugar de paso de
la droga que provenía de otros países limítrofes con destino nacional y hasta internacional para insertarse dentro de la comunidad, además esa actividad ilegal trae aparejado otros condimentos, como ejemplo, un sistema de préstamos que se distribuye sin requisitos y con devoluciones semanales en los sectores vulnerables, la falta de pago tiene consecuencias y va escalando con otras actividades que suben el nivel de inseguridad, todo esto se fue desarrollando de manera sistemática y permanente con algunos altibajos pero sin detenerse, cae un cargamento y pasan otros cuantos que ingresan al mercado para su distribución, no es ninguna novedad lo que estoy diciendo, cualquiera que recorra el territorio puede enterarse del mecanismo de funcionamiento, puntos de ventas y grado de consumo lo que demuestra, entre otras cosas, el fracaso de las políticas de seguridad dirigidas a ese mercado que modifica para mal la conducta social de la comunidad y no es solo para los más pudientes sino que se metió en todos lados, permitiendo que lo conseguido del robo de un celular de acceso a “la bochita” comenzando así la secuencia que ante la ausencia políticas de estado crece a una velocidad extraordinaria.
El narcotráfico y el narcomenudeo son dos términos relacionados con la venta ilegal de drogas, pero con diferencias significativas en cuanto a escala y alcance.
Narcotráfico: Se refiere al comercio ilegal a gran escala de sustancias controladas, como la cocaína, la heroína, la metanfetamina y otras drogas. Este comercio suele ser llevado a cabo por organizaciones criminales transnacionales que operan a nivel internacional. El narcotráfico implica la producción, transporte y distribución de grandes cantidades de drogas, a menudo a través de rutas internacionales y utilizando métodos sofisticados para evadir la detección de las autoridades.
Narcomenudeo: En contraste, el narcomenudeo se refiere a la venta ilegal de drogas en cantidades más pequeñas, destinadas al consumo individual o a nivel local. Generalmente, este tipo de actividad delictiva implica la venta de drogas en pequeñas cantidades en áreas urbanas o suburbanas, a menudo llevada a cabo por vendedores callejeros o pequeñas redes de distribución. Aunque el narcomenudeo puede estar vinculado indirectamente al narcotráfico a gran escala, las operaciones de narcomenudeo suelen ser más locales y menos organizadas.
Ambas actividades son ilegales y tienen un impacto significativo en la salud pública, la seguridad y la estabilidad social en muchas regiones del mundo. La lucha contra el narcotráfico y el narcomenudeo es un desafío continuo para las autoridades en todos los niveles, desde las fuerzas policiales locales hasta las agencias internacionales de aplicación de la ley y las organizaciones de cooperación internacional.
Las políticas de seguridad para controlar el narcomenudeo suelen ser complejas y multifacéticas, ya que implican una combinación de medidas preventivas, de aplicación de la ley y de políticas sociales. Algunas de las estrategias de acción sugeridas por expertos incluyen:
Prevención y educación: Implementar programas de prevención del consumo de drogas desde una edad temprana, tanto en escuelas como en la comunidad, para concienciar sobre los riesgos y consecuencias del consumo de drogas.
Incremento de la vigilancia: Aumentar la vigilancia en áreas conocidas por la actividad de narcomenudeo, utilizando tecnología como cámaras de seguridad, sistemas de vigilancia móvil y patrullajes policiales.
Desarrollo de inteligencia policial: Recopilar y analizar información de inteligencia para identificar a los distribuidores y vendedores de drogas, así como sus redes de distribución y fuentes de suministro.
Operativos policiales y detenciones: Realizar operativos policiales dirigidos a desmantelar redes de narcomenudeo, realizar detenciones y decomisar drogas ilegales.
Cooperación internacional: Colaborar con otros países para intercambiar información de inteligencia, coordinar acciones contra el narcotráfico y compartir mejores prácticas en la lucha contra el narcomenudeo.
Tratamiento y rehabilitación: Ofrecer programas de tratamiento y rehabilitación para personas con problemas de adicción a las drogas, brindando apoyo médico, psicológico y social para ayudarles a superar su dependencia.
Programas de reducción de daños: Implementar programas de intercambio de jeringuillas, distribución de naloxona y otros servicios de reducción de daños para minimizar los riesgos asociados con el consumo de drogas.
Fortalecimiento de la comunidad: Promover la participación comunitaria en la prevención del delito y el apoyo a las personas en recuperación, así como mejorar las condiciones socioeconómicas en áreas vulnerables para reducir la incidencia del narcomenudeo.
Es importante destacar que el enfoque en estas políticas puede variar según las condiciones locales y las necesidades específicas de cada comunidad. Además, el éxito en el control del narcomenudeo suele requerir una combinación de medidas y un enfoque integral que aborde tanto la oferta como la demanda de drogas ilegales. El Chaco necesita de manera imperiosa un estado presente en este tema para abordad esta problemática.
