En esas situaciones, se recomienda aumentar el consumo de agua sin esperar a tener sed para mantener una hidratación adecuada, no exponerse al sol en exceso, prestar atención a los niños
y personas mayores, evitar bebidas con cafeína o con alcohol, no ingerir comidas muy abundantes, reducir la actividad física, utilizar ropa ligera y holgada y "recordar que no existe un tratamiento farmacológico contra el golpe de calor".