Nació en San Isidro y su vida pasó en ese lugar. Tenía 65 años, cumplía en septiembre, el 7. De chico, era conocido por ser el hijo de la dueña de
una conocida librería de San Isidro. De grande, como abogado, pero más por ser un férreo defensor de los animales. Rescataba a perros y gatos en situación de calle, ayudaba a vecinos que lo hacían, asistía a refugios.