Un supuesto intento de robo en el barrio porteño de San Telmo terminó con un joven de 18 años muerto y otros dos adolescentes resultaron heridos.
El hecho ocurrió en
horas de la mañana del sábado 16 de marzo (ayer) en la esquina de las calle Balcarce y San Lorenzo. Según fuentes policiales, un policía que presta servicio en la Comisaría Vecinal 3B habría sido víctima de un robo.
El policía recién había terminado de realizar un servicio adicional en el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI), ubicado a 400 metros del lugar donde fue interceptado.
De acuerdo a estos voceros, el agente, que estaba de civil, forcejeó con uno de los supuestos ladrones cuando intentaron robarle su camioneta Renault Sandero a punta de pistola.
En medio de la pelea, siempre según la versión policial, el efectivo sacó su arma y enfrentó a los delincuentes a los tiros. Uno de ellos, de 18 años, terminó muerto en el lugar, mientras que los otros consiguieron escapar.
Sin embargo, pocos minutos después fueron asistidos en el hospital Cosme Argerich. El de 14 años ingresó con una herida en el pie izquierdo. El otro, de 16, con una lesión en el fémur.
Los informantes indicaron que por las heridas y las características físicas serían los adolescentes que participaron del supuesto robo en el barrio de San Telmo.
Las fuentes señalaron que personal del Cuerpo Único de Psicólogos (CUP) asistió al efectivo en el lugar.
Nuevo protocolo. Este caso caso es el primero que ocurre luego de que Patricia Bullrich anunciara un nuevo protocolo de uso de armas de fuego para efectivos de las fuerzas federales.
El miércoles 13 de marzo el Ministerio de Seguridad anunció la puesta en marcha de un reglamento general para el empleo de las armas por parte de los miembros de las Fuerzas Federales de Seguridad que le permitirá mayor libertad de acción a los uniformados.
El nuevo protocolo alcanza a los efectivos de las cuatro fuerzas federales: la Policía Federal Argentina (PFA), la Prefectura Naval Argentina (PNA), la Gendarmería Nacional Argentina (GNA) y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).
Entre otras cosas, el nuevo mandato establece que “los agentes deberán siempre identificarse como tales, dando la voz de alto, pero hay una excepción que hay que entenderla. La excepción es que hay momentos en que, si el agente se da a conocer, pone en riesgo su vida o la de terceros”.
