Es curioso, pero un buen número de los que concurren son desconocidos por su bajísimo perfil. No es el caso de Ana Botín, la jefa del Santander, los miembros de la
poderosa familia Luksic de Chile, el de Mireya de Cisneros y su fondo MC Global Venture, del dueño de la aerolínea Copa de Panamá, Stanley Mota, o los que guían los destinos de los grupos editoriales Prisa y Planeta.