El doctor Alfieri dice también que “el Santo Padre tiene la cabeza de un hombre de sesenta años y logra estar más adelante de nosotros, gobernando todavía el Estado Vaticano sin
problemas, en primera personas. Tiene, como es normal, los achaque de los que tienen 87 años, y que generalmente conducen una vida más tranquila y se quedan en su caa viendo la televisión. El no se lo puede permitir. Pero no salta un compromiso, o casi”.