“Me encontré sin salida el día que estando en mi ámbito laboral, me abrazó de manera forzada una vez más y no me soltaba frente a mis pedidos y me tocó
la cola, a lo que respondí con una cachetada e insultos; salí de su despacho de manera automática, recuerdo irme caminando mientras lloraba, llegué a mi casa y me bañé unas 4 o 5 veces, sentía asco, me sentía sucia, muy sucia, esa noche no podía parar de vomitar”, aseguró.