"Hola linda", la saludaba y compraba un yogur, el salchichón primavera. Al rato volvía por un encendedor. Luego, por cigarrillos. Siempre una excusa para verla, aunque ella, en principio, "era muy
arisca y no le daba bolilla".
"Hola linda", la saludaba y compraba un yogur, el salchichón primavera. Al rato volvía por un encendedor. Luego, por cigarrillos. Siempre una excusa para verla, aunque ella, en principio, "era muy
arisca y no le daba bolilla".