En la capital provincial, se organizó una amplia gama de eventos turísticos, culturales y gastronómicos, incluida la "Semana del Pescado de Río", que ofrecía descuentos en alojamientos y recorridos guiados por
lugares históricos y religiosos. Mientras tanto, en Esperanza, el turismo se centró principalmente en actividades religiosas ecuménicas, con visitas a iglesias y participación en encuentros litúrgicos.