En este sentido, Chaco es la provincia más afectada. Hasta hace un mes se esperaban buenos resultados, pero más allá de los reiterados controles (hasta cinco aplicaciones) y la puesta en
práctica de todos los protocolos habituales que se realizan para minimizar el impacto de la plaga, que suele estar en el orden del 5% de daño como mucho, en este año el daño se disparó. "Hay localidades puntuales, como Gancedo, dónde se está dando por perdida entre el 50 al 70% del área sembrada", especificó la BCR.