Después de ejecutar a su compañero en presencia del dueño de la reconocida peluquería, Guzmán, de 43 años, escapó por una de las ventanas del local, que abrió previamente "Charly" Azorín,
el encargado del salón, quien fue testigo del asesinato.
Después de ejecutar a su compañero en presencia del dueño de la reconocida peluquería, Guzmán, de 43 años, escapó por una de las ventanas del local, que abrió previamente "Charly" Azorín,
el encargado del salón, quien fue testigo del asesinato.