"El horario en el cual dormimos depende de varias razones. Por un lado somos animales diurnos que evolucionamos para estar activos de día, expuestos a la luz solar, y estar en
la oscuridad de la noche en un lugar reparado y durmiendo", explica Diego Golombek, doctor en Ciencias Biológicas y divulgador científico. Por otro lado, hay diferencias entre las personas. "Hay gente cuyo reloj biológico apunta a horarios más tempranos y otros a horarios más tardíos, que se denominan los cronotipos, en función a qué momentos las personas se sienten más alerta o más cansados".