Éramos tan turcos: boicotean a los cafés en Estambul "porque aumentan más que la inflación"

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Los turcos tienen pasión por el tango, amaban a Maradona, basta mirar una tribuna de su fútbol para verlos "casi argentinos", incluso los tortura la inflación, pero si hablamos de café,

ahí no podemos competir, son cracks, los dueños de la pelota. A tal punto hacen del asunto un arte, que con ese tradicional encanto turco consiguieron que la Unesco distinguiera el "café turco" como "Patrimonio inmaterial de la humanidad".

Mostrado entonces el contexto, resulta simpático que como hermanos de inflación que somos, hayan lanzado en redes un boicot a los bares y cafés en Estambul, enojadísimos por "suben los precios más que la inflación y cada vez que vamos salimos arruinados"...

"Es un movimiento de protesta popular, estamos hartos, esta es la manera de mostrar nuestra reacción", decía Iris Cibre, experta en finanzas y una de las que inició este llamado al boicot, luego compartido cientos de miles de veces en redes sociales.

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"Han subido demasiado, pagué hace unos días 880 libras turcas [unos 27 dólares] por un plato y un café, que hace unos meses me costaba 345 libras [cerca de 10 dólares]. Es mucho...", criticaba.

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"Con mis amigos, decidimos reunirnos en un parque, y no iremos a un café como siempre, para apoyar la protesta", agregaba Ceren, estudiante, adhiriendo al boicot.

Entre todos los indignados, lanzaron en X, la ex Twitter, el llamado a boicotear cafés este 20 y 21 de abril, para protestar contra "los precios excesivos". Y así empezaron a multiplicarse posteos, de quienes se quejaban de "una sopa de 200 libras" [cerca de 6 dólares], de un kebab de 300 libras [unos 9 dólares]" y tildaban a los comerciantes de "oportunistas que estafan a los consumidores".

Cafés de Estambul, lugares mágicos de Turquía.

El salario mínimo en Turquía es superior al argentino, actualmente ronda las 17.000 libras, que equivaldrían a 520 dólares. Tienen mucha inflación, el gobierno la midió en 68% el útlimo año, pero las consultores independiente bastante más arriba de esa cifra. Claro que si bien el salario mínimo turco es de los más bajos de Europa, pero tal como pasa en Argentina, los precios de muchos productos y servicios se han aproximado a los de los países más ricos, e incluso en algunos rubros los superan.

"Chivos expiatorios"

"Soy consciente de los altos costos y de las malas políticas del Gobierno que han llevado a esta situación, pero no hay justificación para estos precios, que superan la inflación", concluye Cibre.

"Este boicot, al final, sirve para limpiar la acción del gobierno y convertir a los comerciantes en chivos expiatorios", se quejaba sin embargo Ömer Kuran, un vecino de Ankara.

El presidente turco, el polémico Recep Tayyip Erdogan, defendió durante mucho tiempo la baja de los tipos de interés incluso durante los picos inflacionistas, pero eso, según los analistas, provocó la subida de los precios y una mayor devaluación de la moneda local. Aquí en la Argentina también las tasas están bajando, para agregar más coincidencias.

Lo cierto es que la afluencia y cafés y bares disminuyó sensiblemente en barrios de Estambul y Ankara a lo largo del fin de semana, mientras que otros más céntricos hubo, como siempre, muchos turistas de todo el mundo. Ellos vienen a disfrutar del café turco, haya o no haya inflación.

HB