Desde diciembre de 2009, el Certificado de transferencia de Automotores (CETA) era uno de los requisitos indispensables con los que debía contar quien quisiese vender un auto o moto usados cuyo
valor superase los límites impuestos por la AFIP. Aunque al implementarse, la obligación alcanzaba únicamente a aquellas transacciones que superasen los 30 mil pesos, la crisis inflacionaria del país llevó ese monto a los $10.919.766. Desde este jueves, sin embargo, el certificado ya no será necesario.