Los incidentes comenzaron en junio pasado, mientras los legisladores jujeños se encontraban sesionando, presididos por Morales, y un grupo de personas encapuchadas vandalizaron el edificio público, intentaron ingresar por unas ventanas
y provocaron un incendio dentro de las oficinas legislativas. Además, dieron vuelta dos vehículos, prendieron fuego otro auto y continuaron con una incesante lluvia de piedras contra los efectivos de seguridad. Después con la anuencia del gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner mantuvieron cortadas las principales rutas de Jujuy durante semanas.