Seguramente ya se haya vuelto común una pregunta retórica, como una queja o molestia, entre quienes circulan por la calle, por la plaza, en transporte público, por cualquier zona de la
Ciudad de Buenos Aires y el GBA: ¿Por qué sigue habiendo tantos mosquitos si ya arrancó el frío? Esta vez, el responsable no es el Aedes aegypti, transmisor del dengue, sino el Aedes albifasciatus, mejor conocido como “mosquito de inundación”. Este mosquito que abunda ―pero que no está tan activo picando actualmente― volvió a crecer producto de las fuertes lluvias de abril.