Se conocieron en el lugar de trabajo, el Instituto para las Obras de Religión, el IOR. el famoso
banco del Papa, con una historia que a veces fue tormentosa en las décadas pasadas. El encuentro concluyó en lo más normal, el enamoramiento y la decisión de casarse. Los dos son naturalmente católicos. Pero les han comunicado una perspectiva funesta, el despido, la opción entre la vida privada y la pérdida del empleo.