Sin querer revelar su nombre, un habitante del barrio José Félix Ribas, conocido como uno de los más peligrosos de Petare, narra que “empezaron con la presión en la noche. Gente
extraña, encapuchados. No son los malandros (delincuentes) de aquí, son colectivos. Intimidan a la gente, dan miedo, golpean. Oí tiros, muchos. Roban motos”. El mismo hombre admite: “Yo no voy a manifestar. No salgo. Tengo una mala experiencia del pasado. Vi a gente morir. Es una guerra, una guerra civil”.