Secuestrados con fines de decomiso quedaron en poder de la Justicia los bienes que pudieron detectar, diez vehículos, la mayoría de alta gama, una lancha, el predio de La Trinidad, propiedades
en la provincia de Corrientes, en Goya y Esquina, donde habían montado otra funeraria y un lujoso complejo de cabañas con servicios de pesca, y otras en Mar del Plata, incluida la funeraria que la comunidad gitana de la ciudad eligió para velar a sus muertos y, al parecer, hacer negocios.