El chaqueño tiene cada vez menos oportunidades, cercenan a los que quieren ganarse el puchero
Por Julio Molisano|RDN| Roberto, un excelente electricista fue despedido junto a otros 12 trabajadores de una de las tantas Pymes que sufrieron el
El chaqueño tiene cada vez menos oportunidades, cercenan a los que quieren ganarse el puchero
Por Julio Molisano|RDN| Roberto, un excelente electricista fue despedido junto a otros 12 trabajadores de una de las tantas Pymes que sufrieron el
deceso como producto de las políticas libertarias, tiene cuatro hijos y entró a poner carteles por todos lados publicitando su servicio de reparación e instalaciones eléctricas y es un excelente tara servís, te repara una plancha, un ventilados y hasta instala un aire acondicionados, es prolijo y competente, de igual manera imprimió su curriculum vitae se subió a su moto comprada en la década ganada, en un mes nunca sonó su celular(también adquirido en la
década ganada) para contratarlo para hacer algún trabajo, nada y los chicos comenzaron a tener problemas con sus zapatillas, se gastaron y deshilacharon, ya necesitaban un recambio, me contaba Roberto en una de esas mateadas que disfrutábamos mientras yo iba armando el temario para el próximo programa, siempre con buena onda a pesar de sus apremios nunca lo vi de mal carácter, me dijo esa tarde “mirá Julio por primera vez no sé qué hacer, en la empresa que presente el curriculum me dijeron que con mis 42 años ya era viejo y ellos necesitaban jóvenes así que se cerró la puerta en la que yo tenía esperanzas”, yo lo miraba sin decir una sola palabra, no sabía que decirle, por otra parte, y en un recorrido veo en mi patio un tambor de 200 litros que yo había comprado para hacer un escenario virtual y le pregunté ¿Che Roberto te animas a vender choripan en la calle…? Si Julio, soy bueno en el asador, ¿en cuánto tiempo me haces una parrilla con ese tambor que esta allá? Y rápido Julio, tengo todo para cortar, soldar y construir tu parrilla, bueno metele, salió Roberto con mi tambor de 200 litros que fue adquirido con un sentido artístico, lo cargamos en su moto, lo atamos y emprendió viaje, a todo esto no habíamos discutido el precio del trabajo, igual partió Roberto. Al día siguente sobre la 17:00 hs. sonó mi celular y era él preguntando si tenía dinero para pagar a su vecino que traería la parrilla, algo ara el combustible, le dije que sí, al rato sonó el timbre, ahí en la puerta estaba mi tambor convertido en una hermosa parrilla, pagué el transporte, bajó su moto y preparamos unos mates, estaba muy prolijamente pintada, revise las soldaduras y estaba bien construida me dí vuelta y le pregunté cuanto salía el trabajo y serio me contesto: “nada julio, ni me preguntes eso”, bueno, agarra el termo y vamos, nos subimos a mi auto y salimos a recorrer, a una ocho cuadras encontramos el lugar perfecto para montar el puesto de choripanes el nuevo emprendimiento de mi amigo, le dije ponele ruedas de bicicleta a la parrilla y compramos unos kg. de chorizo, una bolsas de carbón para arrancar el día siguiente a las 09:00 hs, temprano cayó con el eje y las rudas y realzó las terminaciones, su moto tenia para el enganche y yo saque una sombrilla que quedó de mis últimas vacaciones en la playa (hacia más de cinco años), y salimos a la aventura, llegamos montamos todo, prendimos el fuego y pusimos a cocinar los choris, teníamos mayonesa y un chimichurri, mi amigo se compro unos guantes y yo le dí un delantal, todo estaba casi perfecto, solo el calor chaqueño no nos dejaba de atormentar, comenzaron a parar motos, motitos, autos, algunos eran autos de alta gama y hasta camiones, antes del medio dia ya quedaba muy poco para meter a las brazas, fui a buscar más y seguimos vendiendo hasta las dos y media de la tarde, un éxito, limpiamos y acomodamos las cosas , la parrilla la dejamos al cuidado del sereno de enfrente y fuimos a tomar unos mates a mi casa, allí contó la plata producida y se le dibujó una sonrisa a Roberto, sacó Cálculos y me pasó el 50%, le dije que no y que la parrilla y todo el equipo ya era de su propiedad, tenía un emprendimiento y había que sostenerlo, los días subsiguientes fueron de mucho trabajo para él, hacía las compras y se había conseguido una conservadora para vender bebidas, arranco
Cristina Rodríguez nos muestra el trabajo en un comedor del Chaco
muy bien, era el lugar indicado y cada vez tenía más clientes, pasados unos días pudo comprar la zapatillas, pagar alguna de sus deudas y al tiempo ya me vino a decir que estaba muy contento, ganaba muy bien, y por la tarde comenzaron a salir trabajos de su oficio, siempre pasaba un rato a tomar unos mates, yo estaba muy contento, todo esto arrancó en el 2018, gobierno de Macri, vino la pandemia y se paro totalmente, pasado el encierro volvió arrancar y anduvo bien, había inflación pero él logró poner dos puntos más, comopro un automóvil en muy buen estado y recorría los puntos de ventas con la provisión de mercadería, todo marchaba sobre rieles, ya lo tenía a su hijo y un amigo de su hijo trabajando en la empresa familiar, eran choriapaneros, seguían estudiando, ya en la facultad, trabajaban y estudiaban, Roberto estaba muy animado, yo más que él, pero llegaron las elecciones y ganó Roy Nikich, mi amigo no era de ningún partido, la nueva gestión entró a cerrar esos puestos callejeros y cerró la posibilidad de trabajar a Roberto y su familia, lo dejaron nuevamente excluido de cualquier oportunidad de ganar su puchero dignamente, tres desocupados en una sola familia, la municipalidad endureció las medidas y cerraron cada vez más puestos, mi amigo recibió una oferta de trabajo de un empresario de la construcción en la Brasil, así que lo despedimos y partió, felizmente tengo que decir que la pegó con el empresario, tiene buen trato y un muy buen sueldo, en siete meses se estabilizó y estaba pensando en llevar su familia a vivir, en un momento de reflexión me dijo en un chat que tiene miedo que pase lo mismo que en la argentina, el resurgimiento de regímenes como el de Bolsonaro y Milei que le quitan las oportunidades al pueblo trabajador, por esa razón va esperar un tiempo para llevar adelante ese objetivo familiar, yo le contesté que no hay mal que dure cien años ni cristiano que lo resista, vamos a reconstruir una vez más la Argentina que nos quieren robar y vas a tener que volver, acá está todo lo que amas y está la pava en el fuego para la mateada de las tardes. La Historia de Roberto, es la de muchos argentinos excluidos, víctimas de los experimentos económicos que enriquece a un porcentaje muy pequeño y dejan en la calle al resto de los argentinos, Roberto ahora es peronista, cree en la construcción de esa Argentina que incluya y abrace a los trabajadores y lo vamos a lograr, hermano mío y ahora compañero.