El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se mostró entusiasmado frente a Casa de La Moneda, en Santiago de Chile, donde se encontró poco antes del mediodía con el
chileno Gabriel Boric. Antes de comenzar la ceremonia de recepción del gobierno chileno, el gobernante brasileño había recibió un llamado desde París: era su colega francés Emmanuel Macron.
El jefe de Estado parisino, elogió la posición de Brasil, Colombia y México, cuando en una declaración conjunta los tres países reclamaron, a Venezuela, que haya “transparencia” en el reconteo final de los votos recibidos por Nicolás Maduro y por el ex diplomático opositor Edmundo González Urrutia.
El chileno Boric en un inicio había pensado apoyar la postura más drástica de Estados Unidos, de desconocimiento de la victoria del oficialismo venezolano. Pero luego descartó sumarse a la media docena de países americanos que acompañaron la posición de la Casa Blanca.
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Según señaló un comunicado del Palacio del Planalto “el presidente Lula reiteró su compromiso de buscar una solución pacífica entre las partes que respete la soberanía del pueblo venezolano”. En forma coincidente, a través de la plataforma X, Macron señaló: “Nosotros apoyamos, junto al presidente Lula, la aspiración del pueblo venezolano por una elección transparente. Esta demanda está en el corazón de la democracia”.
La relativa flexibilidad del gobernante europeo lo distancia, sin duda, de la Unión Europea, que en un comunicado emitido la noche del domingo advirtió que no era posible refrendar la declaración de Maduro como triunfador; si bien la UE no adhirió a la radicalidad norteamericana. La comunicación entre Macrón y Lula indicaría, para los diplomáticos, un respaldo a las negociaciones que pretende realizar Brasil como intermediario el oficialismo y la oposición venezolana.
El presidente Boric ya se había manifestado contra el resultado electoral del 28 de julio, pero optó por exigir la presentación de las actas antes de condenar al actual mandatario venezolano por fraudar los comicios.
En declaraciones posteriores a la visita al Palacio de la Moneda, Lula sintetizó: “Expuse (ante su colega) las iniciativas que hemos emprendido con Gustavo Petro (Colombia) y López Obrador (México) en relación al proceso políticos venezolano. El respeto por la tolerancia, por la soberanía popular, es lo que nos mueve a defender la transparencia de
los resultados”.
El líder brasileño añadió: “Es el compromiso con la paz lo que nos lleva a clamar a las partes que haya diálogo; se trata de promover el entendimiento entre el gobierno y la oposición”. Lula subrayó: “No podemos darnos las espaldas. En política externa las partes involucradas en una negociación precisan entender las diferencias para llegar luego a un consenso”.
