“Lo entiendo. Soy docente, estudié y me formé y si de repente viene alguien y dice 'Yo leí tres libros y puedo dar clase'... Pero yo distingo entre los que dedicamos
a esto y el cocinero profesional, al que respeto mucho porque lo veo en mi hermano. La cocina, digamos, de divulgación, si hacés una genealogía arranca en Doña Petrona. Las redes son hoy una herramienta muy importante y ocupamos ese mismo espacio. Compartimos el mismo objeto, que es la cocina: cada uno aporta lo suyo y se puede coexistir”, analiza, y asegura que uno de sus próximos proyectos es meterse a filmar “en cocinas profesionales y mostrar ese mundo”.