En cambio, los precios de los bienes aumentaron el 3,4% fundamentalmente por los incrementos en los precios de los alimentos (3,9%) como verduras, panificados, lácteos y frutas. Le siguieron en importancia,
las subas en los valores de los automóviles, de los combustibles y lubricantes para vehículos de uso del hogar, de los medicamentos y de los cigarrillos.