En el comercial de Gancia, Scaloni es ya un actor consumado que da muestras de un lógico histrionismo. Un estilo masculino, pulido, de posible agente 007. Elegante, astuto, bien peinado, sin
tatuajes a la vista y con cara de ciclista del Tour de Francia. A todas luces un anti-Rodrigo de Paul que merecería estar rodeado de chicas Bond.