-Y en el 2006, me acuerdo, lo llamé a Eduardo y fuimos a comer. Yo tenía tres cambios muy concretos pensados, uno era incorporar al personaje de Soledad Villamil (Irene) al
pasado, que prácticamente no estaba en la novela. O sea, hacer la historia de amor. En ese año lo que me di cuenta es que la temática, lo que unía a todos los personajes, era la pasión, que el tema de la película era la pasión, la pasión enfermiza del asesino, la pasión trunca del viudo, la pasión realizada entre Espósito e Irene. O sea, la pasión, como lo dicen en un momento de la película, que no se va degradando por el día a día. Y me encontré con él y le dije “Mirá, me encantaría hacerla, pero estos son los tres cambios”.