Su repentino fallecimiento (por una afección cardíaca) y la falta de familiares en el lugar, llevó a los lugareños a divulgar su foto y pedir por las redes sociales por acompañamiento
en "el último adiós". "Nos daba ternura. A veces se dormía en el lugar y le dejábamos dinero para ayudarlo", confió Mirna, una cipoleña a los medios locales.