Ese 7 de octubre, Omri Kochavi, de 36 años, siendo fundador y uno de los productores principales del festival, también estaba en plan de disfrute. Decidió quedarse hasta el final. “Cuando
sonó la alarma yo estaba en el medio de la pista de baile, con mi esposa. En el momento pensé que era una estrella cayendo. Pero al segundo me di cuenta de que eran millones de misiles. Al principio, con el equipo nos quedamos, para cerrar el evento como se debe. No pensamos que había terroristas alrededor”, cuenta Omri.