En este contexto, los índices de referencia cayeron violentamente. El Dow Jones cerró con una pérdida del 1,51%, el S&P 500 cayó 2,12% y por lejos, lo peor fué para el
Nasdaq que cedió 3,26% sufriendo los descensos de empresas de renombre y sobre todo las de semiconductores con Nvidia a la cabeza (-9,53%).