El informe médico explica que en los chicos el uso continuo de los termos “truchos” puede producir déficit de atención, retardos en el lenguaje, alteraciones del crecimiento y en el coeficiente
intelectual, además de problemas digestivos. En los adultos; hipertensión, falta de fuerza muscular, parálisis, cólico saturnino, impotencia sexual y disfunción renal.