La Policía de la Ciudad de Buenos Aires demoró este viernes a un sospechoso del atentado a la sede de la Sociedad Rural Argentina, pero hay dudas sobre su participación en
el ataque ocurrido el jueves pasado.
El acusado es un agente inmobiliario de 40 años, identificado con los siglas A.S.S. Los investigadores lo arrestaron a partir del análisis de las cámaras de seguridad y los movimientos en la tarjeta SUBE. El propio juez federal Daniel Rafecas ordenó su detención. De acuerdo a las fuentes, el agente inmobiliario fue apresado en su propio departamento de la avenida Juan B. Justo y el cruce con la calle Chivilcoy, en el barrio porteño de Floresta.
En el domicilio no encontraron material explosivo y como prueba dejaron trascender el hallazgo de una guía “T” de la Ciudad con una inscripción manuscrita que dice “La Rural”, seguida de la anotación del cuadrante “52 A-5”, correspondiente a la ubicación del edificio de oficinas de la Sociedad Rural.
No obstante, las fuentes apuntaron que los indicios que surgieron del allanamiento “apuntan a que sería la persona que envió el paquete o que incluso planificó el atentado”.
La identificación del sospechoso se logró mediante el rastreo de cámaras ubicadas en cercanías del lugar donde el atacante dejó el paquete explosivo (en el barrio de Barracas), el seguimiento de su trayecto previo (al haber utilizado dos líneas de colectivos), y el estudio de los usuarios de tarjetas SUBE.
Además, explicaron que realizaron un análisis comparativo científico (antroposcopométrico), tanto de rostro como de postura corporal, efectuado por el Cuerpo de Investigadores Judiciales (CIJ) del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad.
El sospechoso fue trasladado este sábado a los tribunales de Comodoro Py para comparecer ante el juez Daniel Rafecas, acusado por los delitos de explosión, lesiones dolosas múltiples y daños materiales.
Según voceros judiciales, el agente inmobiliario respondió preguntas y negó rotundamente su participación en el hecho investigado, aunque igual seguirá detenido por los próximos días, al menos hasta que se defina su situación procesal.
Mientras tanto, los pesquisas aguardan los resultados de las pericias sobre el componente químico empleado para fabricar el explosivo, el daño a la salud (debido a la inhalación del humo de la explosión) de las cinco víctimas alcanzadas y la cuantificación de los daños materiales causados.
Tras el atentado, el presidente de la Rural, Nicolás Pino, descartó que lo ocurrido haya estado relacionado con su “relación de empatía personal” con el presidente Javier Milei ni lo relacionó a “extremistas veganos” y “anarquistas”, como deslizó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Pino dijo que lo sucedido recuerda a “algo de la Argentina del pasado”, pero confió en que “como sociedad, seguramente no es lo que la sociedad argentina quisiera volver a refrescar”.
“No puedo decir que este episodio tenga referencia a la relación que tengo con el Presidente”, aclaró sobre una de las hipótesis que hicieron correr.
El mismo juez Rafecas fue el que le tomó declaración a Pino y a su secretaria, quien resultó herida al abrir el paquete. “Coincidieron en que no advierten móviles o motivos para lo ocurrido”, informaron a la Agencia Noticias Argentinas fuentes judiciales. Desde la oficina del magistrado dejaron trascender que se está reconstruyendo el recorrido del sospechoso.
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