Con su jefe disienten en el fútbol. "Axel no sabe si la pelota es redonda", bromea un intendente peronista. Costa, en cambio, es fanático de Vélez, club en el que es
vicepresidente. "Lo recuerdo haberlo visto, cuando era ministro de Cristina, en la popular junto a su hija. Vestía de forma modesta y pasaba desapercibido", describe un avezado periodista fanático del Fortín.