Hace unos pocos días dábamos cuenta en nuestro tradicional segmento de los viernes del Mapa del Pique, la buena nueva de las capturas de los primeros cazones en las playas del
Faro Querandí. Una variedad de tiburón que suele ser la primera en hacerse presente y que arrancó firmemente a picar en un destino que siempre se lleva las palmas en esta época. Pocos días después de dar esa novedad, la información nos lleva a San Clemente del Tuyú, sitio que dio extracciones de las grandes, con soberbios gatopardos que picaron en cañas de experimentados pescadores de la especie.
Temporada complicada del esquivo peje de Manila
El tiburón gatopardo es uno de los últimos que deja de picar, según cuentan los amigos del proyecto Conservar Tiburones en Argentina, quienes marcan y devuelven los ejemplares en un ambicioso trabajo que le permite conocer rutas migratorias y muchos datos relevantes de una especie muy castigada. Y se ve que gusta de arrancar rápido la temporada, tal como demostró el relevamiento de Román Guianone, un caster calificado del Partido de la Costa, quien junto a Alejandro Guillermo y Daniel Horacio García, aprovecharon la tentadora jornada del martes 17 de septiembre para intentar con la pesca de los escualos, intentando imitar algo que les había pasado hace exactamente un año, cuando concretaban una excelente faena.
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Exitoso martes
Con los equipos alistados y las carnadas en el agua, hubo que esperar pacientemente y, tal como pasó hace un año, los piques se sucedieron, con varias capturas, entre ellas, un soberbio ejemplar que llegó a los 2,34 m. La pieza fue marcada rápidamente y devuelta, como los otros tres que pincharon estos cañófilos que tuvieron una gran jornada de pesca en la zona del Radar, para el lado de Punta Rasa, en inmediaciones a San Clemente del Tuyú.
La temporada está en marcha, y las chances de tener otro gran periplo tiburonero exitoso es muy probable. Sólo queda intentarlo, siempre recordando que todos los grandes tiburones costeros como el escalandrún, bacota, gatopardo, cazón y el martillo, están considerados dentro del grupo de peces de “pesca dirigida con reserva”, por lo que la reglamentación vigente en la provincia de Buenos Aires exige su inmediata devolución al mar, sin excepción.