El otro punto de preocupación del oficialismo es cómo blindar el futuro veto presidencial. A diferencia de lo que ocurrió con la ley jubilatoria, esta vez varios diputados del PRO, incluso
algunos de los que visitan los lunes Balcarce 50 para participar de las reuniones de coordinación parlamentaria, anticiparon que no acompañarían la anulación de la norma. "Sería algo mezquino de la política si el PRO no apoya el veto", sostuvo un estrecho colaborador presidencial que, además, evitó confrontar con las universidades y le apuntó a la mentada casta. "Nuestra discusión es con el Congreso, no con las universidades. Nos gustaría cubrir el monto pero no se puede", destacó al cuestionar que las normativas que no detallan cómo financiar eventuales erogaciones del Estado.