No son trabajadores esenciales pero no están dispuestos a quedarse en su casa. A miles de agentes de todos los Cuerpos les toca hacer –desde que empezó el estado de alarma– de

Cuando esto acabe estaremos más gordos, más blancos y seremos más tontos. Lo último será regalo del Gobierno y exclusivamente culpa nuestra. Cada uno elige lo tonto que quiere ser en la